La música es una actividad que puede contribuir muchísimo al desahogo, a la posibilidad de expresar nuestros sentimientos y nuestras emociones, lo que puede ayudarnos a superar de una manera más rápida, y de forma diferente, cualquier situación difícil que se nos presente. 

Aprender a tocar un instrumento musical, aprender a cantar, a tocar el piano o el teclado, nos ayudará a mantener nuestra mente ocupada en algo que, además, nos invita a relajarnos y a sentirnos bien. A través de la música podemos conectar con nosotros mismos, con nuestra problemática; podemos olvidarnos, pero también pensar sobre aquello que pensamos.